El Atletico de Monzon hace historia

Entre medio de algunos relámpagos y lluvia, la afición de los de rojo y blanco monzoneros, finalizado el partido de ayer ante el Ejea, que se saldó con empate sin goles, se fueron al centro del campo del Isidro Calderón y saltaron, gozaron, gritaron, se abrazaron y besaron con todos y con todas las que se acercaron para festejar lo de ¡campeones…campeones! Era cierto que el equipo ya puede presumir de ser el campeón de la Tercera aragonesa ya desde que por las radios llegaban noticias desde Teruel, donde el Zaragoza B había empatado, y solamente faltaba que el colegiado Luis Medina señalara con el pito que ¡esto se acabó! para que la fiesta estallara... y a la ducha. Allí se fueron todos a remojarse de lo lindo: agua y cava, y hasta güisqui. Total que las brisas se alteraron y el jolgorio subió de tono.

El presidente del Monzón, Antonio Mendoza, acompañó al del Ejea hasta el mismo autobús y recibía plácemes por el "celular" y en directo. Según dijo, estaba tranquilo, y era cierto pues demostraba una actitud flemática y no quería demasiadas bullas, por lo que la celebración sería "pasar un rato en mi casa".

Al técnico Miguel Rubio también lo mojaron y pedía un secador de pelo, y tampoco ocultaba se delirio: más interior que exterior, pero no rehusó la sonrisa. "Lo tenemos en la mano y a ver qué pasa y con quién". Menudo jaleo en los pasillos de vestuarios con un guirigay impresionante. Entradas y salidas de los jugadores y las entrevistas en "primicia" de los medios. A fin de cuentas se trataba de recoger impresiones de los del tercer club más importante (en estos momentos) de Aragón.

Los de bufandas rojiblancas con bocinas, de las gradas, y otros varios cientos más que acudieron, querían festejar la cita con el Ejea con una victoria, aunque otros resultados provocaran que no fuera necesaria para celebrar el título, y por y para eso lucharon los pardales de Rubio, que ya hemos citado al inicio. Todos como jabatos a por los ejeanos, que pusieron la Sierra de Luna por medio. El sistema era lo de menos; lo demás era que los monzoneros desbrozaran cuanto antes el camino. Entre tanto los juglares de grupos y peñas alternativas aguardaban meterse de lleno en la ronda y cantar el alirón.

Ocasiones no faltaron, como el trabajo del conjunto desde atrás hasta las puntas. Nunca mejor dicho aquello de Fuenteovejuna, pero no se pudo ni con el travesaño ni con otras oportunidades que no se contabilizaron en el marcador; ni en el primer periodo ni en el segundo, donde se tuvieron más lúcidas a pesar de los nubarrones.

Fran, Abadías y Adriá pudieron levantar estaches y delirios de haber marcado. También hay que decir que el Ejea tuvo que jugar todo el segundo tiempo sin Bona, su principal canalizador del sistema, por su expulsión en el 42 al recibir la segunda amarilla. Se defendieron bien pero se rindieron ante la evidencia del campeón y ante el hecho de que ya no tenían opciones de meterse entre los cuatro primeros para jugar el playoff.

Total: 0-0 y el delirio. Ahora toca aguardar al sorteo para saber qué equipo toca en suerte (o desgracia) a los de Monzón en la primera eliminatoria, que es directa. Al presidente, mire usted por dónde, le gustaría el Real Oviedo.

Notica del Atloaragon, Antonio Martinez